A medida que los gatos envejecen, su comportamiento suele cambiar y una preocupación común para los dueños de gatos es la vocalización excesiva. Si su gato mayor maúlla constantemente, es natural preguntarse qué está causando este nuevo comportamiento. Comprender las posibles razones detrás del maullido constante de su gato mayor es el primer paso para abordar el problema y garantizar que su compañero felino esté cómodo y saludable. Existen varias causas subyacentes, que van desde afecciones médicas hasta cambios en su entorno, que pueden desencadenar este comportamiento.
Razones médicas para el maullido excesivo
Varias afecciones médicas pueden contribuir al aumento de la vocalización en los gatos mayores. El dolor, el malestar y el deterioro cognitivo son los culpables más comunes. Un examen veterinario exhaustivo es fundamental para descartar o abordar cualquier problema de salud subyacente.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo, una glándula tiroides hiperactiva, es un trastorno endocrino común en los gatos mayores. Puede provocar aumento del apetito, pérdida de peso, hiperactividad y, sobre todo, maullidos excesivos. El aumento del metabolismo puede provocar ansiedad e inquietud, que se manifiestan en forma de vocalización.
Disfunción cognitiva (demencia felina)
Al igual que los humanos, los gatos pueden experimentar un deterioro cognitivo a medida que envejecen. La disfunción cognitiva felina (DCF), a menudo denominada demencia felina, puede causar desorientación, confusión y cambios en el comportamiento, incluido un aumento de los maullidos, especialmente por la noche. Es posible que maúllen porque están perdidos o desorientados dentro de su propia casa.
Nefropatía
La enfermedad renal crónica es otra afección frecuente en los gatos mayores. Puede provocar náuseas, aumento de la sed y micción frecuente. El malestar y los desequilibrios asociados con la enfermedad renal pueden provocar un aumento de la vocalización cuando el gato intenta comunicar su malestar.
Artritis y dolor
La artritis y otras afecciones dolorosas se vuelven más comunes con la edad. Si su gato siente dolor, es posible que maúlle para expresar su malestar. Observe a su gato para detectar otros signos de dolor, como cojera, renuencia a saltar o cambios en los hábitos de aseo.
Pérdida de audición y deterioro de la visión
El deterioro sensorial también puede contribuir a un aumento de los maullidos. Un gato con problemas de audición o visión puede maullar con más frecuencia porque está desorientado o intenta localizarte. También puede maullar más fuerte porque no puede oírse bien a sí mismo.
Razones conductuales para el aumento de la vocalización
Además de los problemas médicos, los factores conductuales también pueden desempeñar un papel importante en los maullidos de tu gato mayor. Los cambios en la rutina, la ansiedad y el comportamiento de búsqueda de atención son factores comunes.
Búsqueda de atención
A veces, la explicación más sencilla es que tu gato quiere atención. Es posible que haya aprendido que maullar le permite conseguir comida, caricias o tiempo de juego. Si respondes constantemente a sus maullidos, seguirá usando este método para comunicar sus necesidades.
Ansiedad y estrés
Los gatos mayores pueden ser más susceptibles a la ansiedad y el estrés. Los cambios en el hogar, como una nueva mascota, un nuevo bebé o incluso la reorganización de los muebles, pueden desencadenar ansiedad y provocar un aumento de los maullidos. Los ruidos fuertes o las visitas desconocidas también pueden ser fuentes de estrés.
Cambios en la rutina
Los gatos son animales de hábitos y los cambios en su rutina diaria pueden resultar molestos. Si recientemente has cambiado tu horario de trabajo, te has mudado a una nueva casa o has modificado sus horarios de comida, es posible que tu gato maúlle con más frecuencia.
Aburrimiento y soledad
Incluso los gatos mayores necesitan estimulación mental. Si tu gato está aburrido o se siente solo, puede maullar para llamar tu atención y animarte a interactuar con él. Ofrecerle juguetes, postes para rascar y tiempo de juego regular puede ayudar a aliviar el aburrimiento.
Comportamiento aprendido
Los gatos aprenden por asociación. Si en el pasado recibieron una recompensa por maullar (por ejemplo, si les dieron de comer), continuarán con esa conducta. Esto puede verse amplificado en los gatos mayores, que pueden haber desarrollado una mayor dependencia de estos patrones aprendidos.
Factores ambientales que contribuyen al maullido
El entorno en el que vive tu gato también puede influir en su vocalización. Es fundamental garantizar que sus necesidades estén cubiertas y que el entorno sea cómodo.
Hambre y sed
Asegúrate de que tu gato siempre tenga acceso a comida y agua frescas. Los gatos mayores pueden necesitar comidas más frecuentes o tener dificultad para acceder a los recipientes de comida y agua, lo que provoca un aumento de maullidos.
Problemas con la caja de arena
Una caja de arena sucia o inaccesible puede causar angustia y provocar maullidos. Asegúrate de que la caja de arena esté limpia y sea de fácil acceso, especialmente si tu gato tiene problemas de movilidad. La ubicación de la caja de arena también es importante: debe estar en un área tranquila y privada.
Temperatura
Los gatos mayores son más sensibles a los cambios de temperatura. Si tienen demasiado calor o demasiado frío, pueden maullar para expresar su malestar. Asegúrese de que tengan acceso a lugares de descanso cálidos y cómodos, especialmente durante los meses más fríos.
Territorialidad
Incluso los gatos que viven en el interior pueden ser territoriales. Si ven o escuchan a otros gatos afuera, pueden maullar para defender su territorio. Bloquearles la vista del exterior puede ayudar a reducir este comportamiento.
Necesidad de atención e interacción
Es posible que un gato mayor simplemente busque más interacción. Puede que extrañe la compañía y la atención que recibía antes en su vida. Un aumento de maullidos podría ser una señal de que quiere más tiempo de juego o abrazos.
Qué hacer con tu gato mayor que maúlla
Para solucionar el problema de los maullidos excesivos de su gato mayor, es necesario adoptar un enfoque multifacético. Comience con un chequeo veterinario para descartar cualquier afección médica subyacente. Luego, considere los factores ambientales y de comportamiento que pueden contribuir al problema.
- Programe una revisión veterinaria: este es el primer paso más importante. Su veterinario puede realizar un examen exhaustivo y realizar pruebas para identificar cualquier problema médico.
- Abordar las afecciones médicas: si a su gato le diagnostican una afección médica, siga atentamente el plan de tratamiento de su veterinario. Los medicamentos, los cambios en la dieta y otras terapias pueden ayudar a aliviar los síntomas y reducir los maullidos.
- Proporcionar enriquecimiento ambiental: asegúrese de que su gato tenga muchos juguetes, postes para rascar y lugares de descanso cómodos. Los comederos con forma de rompecabezas pueden brindar estimulación mental y evitar el aburrimiento.
- Mantenga una rutina constante: los gatos prosperan con una rutina. Intente mantener constantes sus horarios de alimentación, juego y otras actividades.
- Bríndele mucha atención: pase tiempo con su gato todos los días, aunque sea solo unos minutos para acariciarlo o abrazarlo. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y la soledad.
- Ignore los maullidos que buscan llamar la atención (a veces): si sospecha que su gato maúlla para llamar la atención, intente ignorar el comportamiento. Préstele atención solo cuando esté tranquilo. Esto puede ayudar a romper la asociación entre maullar y recibir una recompensa.
- Utilice difusores de feromonas: los difusores de feromonas felinas pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés. Estos difusores liberan feromonas sintéticas que imitan las feromonas naturales producidas por los gatos.
- Consulta con un especialista en comportamiento animal: si tienes dificultades para controlar los maullidos de tu gato, considera consultar con un especialista en comportamiento animal. Este especialista puede ayudarte a identificar las causas subyacentes del comportamiento y desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
- Asegúrese de que los alimentos, el agua y las cajas de arena sean fácilmente accesibles, especialmente si su gato tiene problemas de movilidad.